La historia

Las raìces

La aventura inició en la segunda década del siglo XX cuando, después de la finalización de la primera guerra mundial, cinco de los 10 hermanos Galli abrieron un pequeño taller mecánico e iniciaron a construir maquinarias y ejecutar obras de herrero. Había cambiado la geopolítica europea y los primeros años pasaron con dificultades cotidianas vencidas por el entusiasmo de aquellos jóvenes que, habiendo conocido también la vida de las trincheras, veían nuevos horizontes ante sus ojos. La crisis de 1929 y la gran depresión golpearon duramente, derrumbando todos los esfuerzos incurridos en la década anterior. Fue así que de los cinco hermanos Galli sólo dos decidieron persistir y, en 1934, fundaron la firma I.M.V. Industria Meccanica Villasanta. La empresa inició inmediatamente la realización de prensas mecánicas en exclusiva para un conocido comerciante milanés que pensaba en financiar su producción y al desarrollo de la misma, encomendándole, en 1937, un cobertizo de unos 500 m2, el doble de la primera sede. Es en agosto de 1945 cuando Ambrogio, hermano más joven de Alfredo, decide abandonar y ponerse por su cuenta. Fue liquidado con bienes materiales y fundó la firma “Ambrogio Galli”, mientras I.M.V. de Galli Alfredo y Ambrogio pasó a ser I.M.V. Galli Alfredo. Tras la partida del hermano, Alfredo encontró una buena ayuda en sus hijos que compartieron con él tantas fatigas. Primero Carla y después Giuseppe se encargaron de las diferentes necesidades, desde la contabilidad a la producción, a la venta. En 1950 se duplicó la superficie del cobertizo. El “milagro económico italiano” inició a sentirse y en 1955 la familia Galli logró finalmente adquirir la propiedad del inmueble. I.M.V., pasó a ser autónoma tanto económica como comercialmente, sobrepasó los años del crecimiento económico expandiendo sus capacidades.

La historia continua...

Gracias a la fuerte expansión del mercado automotive se desarrolla, en aquellos años, la producción de prensas para la producción en caliente, también de notables dimensiones y potencias, como de prensas para la deformación con soluciones técnicas de vanguardia, que, a su vez, parecen anticipar los tiempos del mercado, como por ejemplo, las prensas de la serie DFCL realizadas entre los años 60 y 70 con la solución de las bielas dotadas de “Plunger”, hoy considerado un punto fuerte de las prensas de precisión. El fundador Alfredo se retiró a fines de los años setenta, dejando el timón en manos de la segunda generación. En 1980 se inauguró una nueva planta de 6.000 m2 para satisfacer la necesidad de espacio requerida por la expansión de la producción, debida a la ampliación de los mercados de la deformación y corte de la chapa. Posteriormente, I.M.V. se ha afirmado en diferentes sectores, desde el sector de las ollas al electrodoméstico, desde el sector de la decoración al de los componentes para automoción, hasta la sinterización de polvos metálicos; la expansión de aplicaciones de las prensas se multiplica. Los años ochenta se han caracterizado por una fuerte renovación; la entrada masiva de la electrónica ha cambiado de modo irreversible los conceptos de diseño, producción y uso de las prensas. I.M.V. GALLI ALFREDO ha invertido muchos recursos en tecnologías y personas para afrontar del mejor modo este nuevo desafío, con un mejoramiento importante de la calidad y de las prestaciones de los productos. El compromiso de los socios y la participación directa de la familia han permitido que la empresa sea una compañía competitiva y sólida, superando, a lo largo de las varias décadas, la selección natural creada por momentos negativos de crisis económicas coyunturales del sector mecánico, a nivel nacional e internacional.

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Hacia el futuro!

Contemporáneamente, la empresa ha participado en la globalización de los mercados, exportando sus máquinas en toda Europea y en el mundo. En 1998 inicia un nuevo pasaje generacional con la entrada de tres hermanos Galli, Galli Alfredo, Elisabetta y Lorenzo, la empresa se transforma de una sociedad artesanal a una sociedad de capitales, modificando también su nombre y marca. La fuerte competencia y los suministros de creciente empeño, han requerido nuevas maquinarias de notables potencialidades. En el 2005 se amplía nuevamente la planta con otros 3.000 m2 dedicados totalmente a un nuevo reparto de montaje, con capacidades de elevación de hasta 200 ton y alturas de hasta 20 metros útiles. El mercado se transforma nuevamente y la clientela, siempre más exigente, requiere el suministro de instalaciones de conformado completas “llave en mano”, dotadas de automatización completa y muchas veces también de moldes. Esta exigencia común ha llevado a I.M.V. PRESSE, junto con otros socios complementarios, a fundar en el 2009, el equipo de empresas “Formitaly”. Gracias a décadas de historia I.M.V. PRESSE s.r.l. lleva consigo la experiencia adquirida y transmitida a la nueva generación, además de nuevas ideas empresariales y organizativas.

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